Mi vida sigue su camino con sus dificultades y esos pequeños instantes de felicidad.
Estamos tu y yo mi querido hijo Davíd en el décimo aniversario de tu fallecimiento,
para mi el tiempo parece que se detuvo aquel uno de Julio, fue algo inesperado y a tus
treinta y seis se paro el reloj de tu vida.Fue muy difícil y toda vía lo es para todas las personas
que mucho te queremos y hemos formado parte tu vida.
Muchas veces siento que tu alma esta a mi lado eso me ayuda a llevar tu ausencia con mas serenidad.
Dios dirige nuestras vidas aunque a nosotros nos parezca algo increíble y nos marca nuestro
camino corto largo dificultoso o sencillo, el tuyo corto y no sencillo, yo hoy pasados los
años todavía no lo entiendo por que te fuiste tan joven.
Eras un hijo ejemplar y un hermano bondadoso,y una persona ejemplar.
A lo mejor alguna vez yo no te entendí y no supe ayudarte en aquello que me necesitabas
ya me has perdonado verdad?
Yo lo único que deseo que tu alma descanse y esté feliz para toda eternidad.
Con todo mi amor y cariño.
