
Una vez... dos ratoncitos cayeron a un cubo de nata. El primero de ellos, enseguida se rindió y se ahogó. Pero el segundo ratón decidió pelear y se esforzó tanto que gracias a su empeño finalmente convirtió la nata en queso y pudo escapar.
Todo en la vida necesita esfuerzo y superación personal si no luchas por sobrevivir jamás lo conseguirás.
Si luchas por la vida volverás a nacer cada día.