CARTA

Querido hijo: Hace mucho tiempo que no te escribo.       
     Me acuerdo mucho de ti,pienso en el camino que recorrimos juntos cuando tu estabas en la Tierra. Pienso cuantos momentos no te dedique por falta de tiempo,jamás me pude imaginar que tu te marcharías antes que yo,contigo cariño empecé el camino de ser madre.Hoy pienso que los momentos preciosos que nos regala la vida para estar juntos en familia, no sabemos apreciarlos.Creemos que van a ser para siempre, y que nos queda tiempo para todo y eso no es así.
     Si hoy pudiera dar marcha atrás en mi vida,lo que tengo claro es que daría prioridad al amor que me regalaban los hijos. Cuando los tenía cada dia junto a mi, y me necesitában para aprender a caminar por esta vida.
     Ahora David no puedo compartir nada, porque tu ya no estás aquí entre nosotros,no tengo ni un segundo de tiempo para poderte abrazarte,ya es muy tarde,se me ha pasado el tiempo que tenía.
     Mi unico pensamiento es creer que allí donde esté tu alma seas feliz ,ese es mi unico deseo para ti.
     Hijo si me he extendido mucho en esta carta ,ya sabes que yo soy un poco pesadica. Tu madre que mucho te quiere.
                                              Mayte.

CUENTO

Era  un  bonito día de verano. Una playa llena de gente. Unos niños correteaban felices por la arena .Otros, estaban sentados en la orilla y cogían agua en sus cubos de alegres colores. Había una hermosa niña jugando muy entretenida con su cubo y su pala. Sus padres desde lejos la miraban atentamente. La niña seguía con su juego cuando de pronto bajó una estrella del cielo. Nadie la veía, solo la niña y su perrito que estaban juntos en la orilla. Les dijo la estrella  ¡HOLA! ,contestó la niña  ¡hola! y el perrito movió la  cola de contento . Tengo que contaros que la niña se llama  Luz, su perrito Coque, y la estrella Cristal. Les dijo la estrella (Cristal), he bajado a jugar con vosotros, seré vuestra cometa y lo pasaremos muy bien; vale contestó Luz. Dijo Cristal, toma esta  cuerda y me la atas en esta punta. Luz así lo hizo, mientras, Coque seguía atento con su mirada. Entonces dijo Cristal: vamos a llevar el cubo y la pala a tus papás y les dices que nos vamos todos  jugar a la orilla. Luz corría sujetando la cuerda de Cristal que volaba contenta de tener una amiguita buena. Coque también ladraba de alegría. Los padres no veían a Cristal pero estaban muy contentos de ver a Luz tan feliz. Pasado un rato, volvieron a la toalla que habían dejado en la arena y les dijeron los papás: Luz ahora nos vamos a casa, tu recoge tus cosas. Luz cogió su cubo, su pelota y su pala pero no soltó la cuerda de Cristal. Coque atento, miraba como Luz y Cristal corrían felices. Cuando llegaron a casa les dijo Cristal: aquí nos decimos adiós. Yo seré siempre tu estrella-cometa y cuando vengas otra vez a la playa, bajaré y jugaremos juntas. Luz contestó, vale. Mientras Coque saltaba  y movía su rabito. Luz soltó la cuerda y la estrella cometa les dijo adiós y subió a lo alto. Aquí termina este cuento, espero que algún día os guste cuando os lo lean vuestros papás.
                                    VUESTRA ABUELA